24 de enero, Madrid.

     Pues sí, es lo que parece. El autor de este Blog, que siempre se presenta con su pseudónimo de Carloman, revela su verdadero nombre para anunciar la presentación de su primer libro de poesía publicado.

    No es el primer libro que escribo, pero hasta ahora toda la producción literaria estaba sepultada en los archivos en la Mancha, que es como se hallaba el Quijote antes de que Cide Hamete Benengeli, lo diera a conocer por medio del manco de Lepanto.

   Y así, con mis muchos años, ahora salgo yo con un libro de poesía, que es quizás lo más anticíclico que ordena la corriente de los tiempos, la torrentera de hechos con que cada día nos desborda la prosaica realidad. Pero tal vez por eso sea la poesía ahora más necesaria que nunca, porque en un mundo en el que manda lo utilitario es una provocación la contemplación inútil de la realidad..

  Sobre todo doy las gracias a la editorial Loto Azul/ Olé Libros, que ha confiado en mí, cuando ya casi había dado por perdida cualquier expectativa de publicación, y me conformaba con ser un escritor con un único lector, que no es otro que yo mismo. Si existe el término soliloquio para quien habla con uno mismo, debería haber una palabra para definir al escritor que sólo escribe para sí. Y quizás la haya, pero yo la desconozco

 Ya que he «salido del armario» poético en el que permanecí encerrado durante muchos años, voy a terminar esta entrada con una poesía de mi libro inédito anterior titulado «Algunos versos que me encontraron«, y en el que daba por hecho que nunca publicaría nada para no exponerme a la crítica ajena, que no es fácil de admitir, sobre todo cuando no es positiva.


ME IRÉ EN SILENCIO

Regresa el tiempo, pertinaz y continuo.
Palabras, cosas, sensaciones amueblan los días.
Ya no pregunto, ni miro, ni entiendo,
lo que alcanzan mis ojos es el mundo
con sus contornos de penumbra
y los difusos sonidos que a veces comprendo.
Pronto ya no estaré,
y solo seré una leve ausencia
que las horas cicatrizan en la herida de la realidad.
El aire que ocupo, será en el que florezca el granado.
Seré un incorpóreo recuerdo,
una sombra dudosa entre la bruma,
y luego ni eso.
No soporto la vergüenza de ser memoria ajena,
de caminar mi nombre sin mí en paisajes extraños,
esquivo el juicio severo de la muchedumbre
que solo desprecia sin amor.
Por eso me iré en silencio, como viví.



https://olelibros.com/comprar-libros/loto-azul/poesia-loto-azul-2/prolegomenos-de-la-nada/



Deja un comentario