En la versión española de Aló Presidente, en la que cada sábado nos aburre con sus homilías el mentiroso doctor, ayer se sintió espléndido y como si fuera un profeta de la nueva normalidad, nos espetó lleno de fervor progresista: “La próxima emergencia es la climática y España quiere anticiparse”. Y aclaró como exégeta de sí mismo: “Una emergencia es un acontecimiento capaz de alterar por completo la vida del planeta y ocasionar daños colosales como ha ocurrido con el Covid-19«
Por supuesto que no se lo oí personalmente, ya que la preocupación por mi salud mental me impide escuchar las larguísimas alocuciones del falso doctor. Pero aún sin querer enterarme de sus consignas, éstas me llegan sin remedio en cuanto se baja la guardia y le pillan a uno un poco desprevenido.
Al leer lo de la “emergencia climática” algo vino vagamente a mi memoria, como un “deja vu” (léase “deyaví” para hacernos los políglotas), como una reminiscencia de una vida anterior, un eco lejano de la vieja normalidad. Consulté el enorme archivo que proporciona internet y regresó a mí el día del Señor de 21 de enero 2020 el que el Consejo de Ministros del Gobierno de España de manera solemne y pomposa aprobó un acuerdo declarando la “emergencia climática”.
De todo ello me permito extraer las siguientes conclusiones:
- En el mes de enero (a finales) en vez de estar atentos a una emergencia real, como la del virus Chino, que ya era en esa fecha una amenaza efectiva, estaba nuestro gobierno en sus rollos de siempre, previendo emergencias imaginarias y luchando contra fantasmas que sólo ellos ven.
- Ahora, que ya se siente un poco aliviado de la emergencia real, recupera sus emergencias imaginarias, pretendiendo enlazar la primera con la segunda.
- Dice el pseudo-doctor : “España quiere anticiparse a la emergencia climática”. La frase quedó incompleta, le faltó decir: “Y no como en el caso de coronavirus, que no nos anticipamos a nada, sino que llegamos muy tarde”.
- Utiliza políticamente la crisis del coronavirus para que aceptemos tempranamente las medidas restrictivas que va a imponernos ante una nueva emergencia que sólo está en su cabeza.
- Nos anuncia y prepara para nuevas emergencias que justifiquen sus superpoderes, a los que ha cogido el gusto como un dictadorzuelo.
- El doctor apócrifo tiene poderes adivinatorios, ¿Cómo puede afirmar cuál va a ser la próxima emergencia?. Lo afirma con la seguridad de quien ya tiene decidido declararla, sea o no sea cierta.
- Después de la emergencia climática, ¿vendrá la emergencia contra la violencia machista? ¿Y luego la emergencia contra el fascismo? …. y así indefinidamente.
- Si en el mes de enero el concepto «emergencia climática» era más o menos retórico, la declaración de emergencia hoy tiene un contenido efectivo. Ha descubierto un medio muy eficaz para ejecutar su programa ideológico por medio de declaraciones de emergencias sucesivas que pueden imponer medidas restrictivas aunque conlleven “alterar por completo la vida”.
- Justifica la emergencia por los informes de los científicos sobre el cambio climático. ¿Esos informes serán elaborados por expertos tan independientes y fiables como los que nos han dirigido en la presente crisis?. Para echarse a temblar.
El Presidente honoris causa ya está desescalando a la fuerza, porque cada vez tiene más difícil la renovación de los superpoderes del estado de excepción, y ya en los albores de la nueva normalidad vuelve a recuperar todo su viejo argumentario, pero eso sí, con un instrumento nuevo para su implantación: la declaración de emergencias.
No entro aquí en el tema controvertido del cambio climático, que como dogma de fe que es, hay quien lo cree y quien no lo cree. Yo me encuentro más bien en el bando de los descreídos. Pero en lo que sí creo es en la efectividad de las declaraciones de emergencias.
